Mensaje de Semana Santa de nuestro Rector
Querida comunidad nobelina:
Un gran saludo a los profesores y en especial a ustedes, queridos niños y queridos jóvenes. Nosotros, el Colegio Nobel School, y yo particularmente, queremos enviarles un saludo de Semana Santa, aunque más que saludo es una reflexión.
Este año tenía muchas esperanzas, mucha ilusión de que se iba a normalizar el proceso educativo y que íbamos a encontrarnos de nuevo en el patio del colegio, en las salas de clases; que nos íbamos a saludar, que nos íbamos a mirar cara a cara. Eso era lo planeado, así queríamos vivir el año 2021, pero como ustedes pueden observar, lo que planificamos no siempre se cumple, ¿por qué? Porque hay situaciones superiores que lo impiden: la crisis sanitaria que vive el mundo y que estamos enfrentando como país, como familias, derivada de la gran enfermedad que provoca el Coronavirus.
Entonces, la reflexión para mí es simple: nosotros proponemos, pero no siempre se hace nuestra voluntad sino la de Dios, como le sucedió a Jesús. Recordemos que un jueves santo Él se retiró al Monte de los Olivos junto con sus discípulos, se apartó de ellos y con mucho dolor se comunicó con su Padre a través de la oración, y le dijo: “Padre mío, que no se haga mi voluntad sino la tuya”. Y así pasó, Jesús aceptó con fe y mansedumbre.
Estimados niños, les invitamos, en esta Semana Santa, a orar… retirados en soledad, en un rincón de su casa, del patio o del huerto; pónganse en contacto con la naturaleza y rueguen a Dios que nos ayude. Unámonos en la oración y conectémonos con Jesús pidiéndole que nos ayude a que esta pandemia cese, termine, que podamos controlarla con las mismas herramientas que el Padre nos ha dado y podamos volver algún día a la normalidad para reencontrarnos tras esta larga espera.
Ustedes han perdido muchas clases, han dejado de aprender muchas cosas. Estamos preocupados porque ustedes merecen prepararse para el futuro, por eso la educación es muy importante.
Pidamos a Jesús, en esta noche de Jueves Santo, que nos ayude a recuperar la fe, la salud y la normalidad para que volvamos a abrazarnos en las salas de clases pronto.
Acompañemos a Jesús en su calvario, en su tristeza, en su camino a la cruz. Acompañemos a Jesús en la esperanza de la Resurrección y en la alegría de la salvación. Acrecentemos nuestra fe, la fe de que Jesús resucitará el domingo y nos acompañará siempre, ayudándonos a recuperar lo perdido.
Queridos niños, jóvenes y familias este es nuestro mensaje. Un abrazo grande para cada uno de ustedes.
Eustaquio Zúñiga Muñoz
Rector
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